La responsabilidad se practica a diario
El único responsable de tu felicidad eres tú, así como somos responsables en pagar las cuentas a tiempo, mantener el carro en buenas condiciones, vivir en un lugar limpio y habitable, también debemos ser responsables de nuestras vidas, de la manera en la que decidimos vivirla. Al hacernos responsables de nuestras vidas, también impactamos las de los que están cerca de nosotros, ya que les evitaremos sufrimientos, angustias, heridas y sorpresas desagradables.
Cuando podemos elegir que queremos recibir de parte de los demás, estamos seleccionando lo que dejamos entrar a nuestro entorno. En otras palabras, podemos cerrar la entrada a personas que nos rechazan, nos critican, nos restan energía. Hay que ser responsables al abrirle el paso a aquellas personas que van a agregar a nuestras vidas elementos positivos que nos hacen transformarnos en nuestra mejor versión.
Al ser responsables también nos hacemos cargo de no herir a los demás y si lo hacemos, la responsabilidad es lo que nos motiva a disculparnos y a encontrar una manera de restaurar el daño. Ojo también, es de responsables, dar el primer paso, para restaurar una relación, para terminarla, para iniciar un negocio, para cerrarlo, para enfrentar nuevos retos o para esperar.
No olvides que, la responsabilidad se practica a diario, haciendo un análisis de nuestro comportamiento, de lo felices o frustrados que nos sentimos al terminar el día, siendo conscientes de lo que debemos mejorar para el día siguiente y que de esta manera podamos tomar decisiones responsablemente que nos lleven a ser mejores de lo que fuimos hoy.
Pido en oración que de sus gloriosos e inagotables recursos, Dios te fortalezca con poder en tu ser interior por medio de su espíritu. (Efesios 3:16)
Con cariño Cecy Reséndiz