A lo que le ponemos atención crece
¿Alguna vez has escuchado a alguien con los ojos o con los oídos del corazón?… Te has dado cuenta de cuantos SÍ con la boca realmente significan NO con la mente o al revés.
En cuestión de carácter, la atención es mostrar el valor de una persona o tarea concentrándose totalmente en ella, ya que al concentrar tu atención en una persona cuando te habla le estás diciendo
“Eres valioso para mí” o cuando la ves a los ojos y dejas de hacer lo que estabas haciendo y observas con tus sentidos que gestos hace, los movimientos de sus manos, su postura… Todo eso te da mensajes más claros y profundos másque las palabras que te está diciendo. Y lo mismo pasa contigo, cuando tu le estas hablando a alguien y esperas captar su atención pero está viendo el reloj, se rasca la cabeza, se acomoda la ropa, te está ignorando y eso duele. Recuerda que todos somos valiosos y merecemos ser escuchados.
Cuando alguien se acerca a ti para hablarte y tú le dices: “Dime te escucho”, pero sigues escribiendo o tecleando, el mensaje que transmites es “NO mereces mi atención”. ¿Sabes cuánto paga una empresa por sus campañas publicitarias para captar tu atención? ¡Miles! Porque captar tu atención es muy valioso para el éxito de la empresa y en el día a día para el fortalecimiento de las relaciones.
Eso que llamamos “madurez” puede ser visto como el desarrollo de la capacidad de “administrar” nuestra atención de manera consciente y voluntaria, sabiendo mirar adentro de nosotros mismos con amor y compasión, con ternura y tolerancia. La “Ley de la atención” nos recuerda lo importante que es reflexionar sobre la forma como nos vemos a nosotros mismos y cada una de las cosas y personas que nos rodean, recuerda a lo que le ponemos atención crece.
Pido en oración que de sus gloriosos e inagotables recursos, dios te fortalezca con poder en tu ser interior por medio de su espíritu. (Efesios 3:16)
Con Cariño Cecy Reséndiz