Todos somos y pensamos diferente

A lo largo de la vida y las circunstancias hay momentos en lo que te toca ser tolerante con los demás y otras veces te toca ser al que toleren. Hoy hablaremos sobre la Tolerancia. Tolerar es aguantar, resistir y permitir, pero NO es aceptar consentir, ni apoyar.
Si tu manera de vivir es diferente a la mía, la tolerancia nos va a permitir compartir el mismo espacio sin perdernos el respeto, ofendernos y sin tratar de convencernos sobre que vivimos del modo equivocado. No porque alguien piense distinto que tú, quiere decir seas superior o inferior, simple son diversos, así que debemos mantener el respeto más allá de las diferencias.
La Tolerancia es concentrarte en las virtudes del otro y no es sus debilidades. Alguna vez has escuchado a alguien decir: “No tolero a los intolerantes”, ¿es absurdo no?. Al no tolerar a los intolerantes te estás volviendo como ellos, por eso cosas como estas es mejor verlas con el corazón y no con los ojos, para dejar fluir la tolerancia. Cuando promovemos la aceptación de las diferencias, nos permitimos ser y estar aunque no hagamos lo mismo, ni hablemos o pensemos igual. No olvides que NO vale la pena entrar en batalla para hacer que la opinión del otro cambie.
En Colosenses 3:12 Dios nos dejó algunos requisitos que cumplir por haber sido elegidos por Él. El versículo dice: “Ya que Dios los eligió para que sean su pueblo santo y amado por él, ustedes tienen que vestirse de tierna compasión, bondad, humildad, gentileza y tolerancia”. En este sentido, cuando la biblia habla de vestirnos o revestirnos se refiere a ponernos algo encima de nuestra naturaleza humana, es algo que no siempre llevamos puesto y por eso, para que tenga efecto nos lo debemos poner.
Al vestirnos de tolerancia podemos ver más allá de las ideas y conductas equivocadas de la gente, ahora vemos sus necesidades y luchas de cada día. Asimismo, el que es tolerante se preocupa más por mostrar amor a la gente que por convencerlos del error de sus caminos. ¡Atrévete a ser tu mejor versión!
Si eres de las personas que cada semana me acompaña, te felicito gracias por seguir en este proceso de transformación hacia tu mejor versión desarrollando el carácter de Jesús en ti.
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Dios te bendiga
Con cariño Cecy Resendiz