Tratemos de ponernos en los zapatos del otro, así podremos desarrollar la tolerancia

¿Has pensado que así como tú tienes que tolerar a otros, hay algunos que te toleran a ti? 

La tolerancia es un deber y un derecho humano, además de una cualidad de carácter, que empieza desde el lenguaje que utilizamos para comunicarnos, hasta la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres, es tolerancia, referirnos a alguien más como “persona“ y no como “individuo“, es tolerancia.

      Si tu manera de vivir es diferente a la mía, la tolerancia nos va a permitir compartir el mismo espacio sin perdernos el respeto, sin ofendernos y sin tratar de convencerte a ti o tú a mí de que vivimos del modo equivocado. No porque alguien piense diferente a ti quiere decir que alguno sea superior o inferior, solo son diferentes y debemos mantener el respeto más allá de las diferencias.

       La tolerancia es concentrarte en las virtudes del otro y no en sus debilidades, además de ser la razón de más peso, para ser tolerantes y evitar el conflicto, aunque parezca que al ceder hemos perdido la batalla, pero no es así, más bien ganamos estableciendo la paz.

      Te recuerdo que los conflictos externos son manifestaciones de conflictos internos. Si odiamos a otro, si no lo toleramos, es porque de alguna forma nos odiamos a nosotros mismos, no toleramos aspectos propios que vemos en el otro. En este sentido, la intolerancia tiene un origen interno y quienes no podemos interpretar nuestros propios sentimientos, nos sentimos totalmente perdidos cuando se trata de saber lo que siente alguien más, así que la próxima vez que sientas que no estás siendo tolerante, piensa en esto, ¿Cómo sería yo, si esto me estuviera pasando a mí?. Tratemos de ponernos en los zapatos del otro y de sentarnos en su silla, así podremos desarrollar la tolerancia que ya hay en nosotros.

         Pido en oración que de sus gloriosos e inagotables recursos, Dios, te fortalezca con poder en tu ser interior por medio de su espíritu. (Efesios 3:16)

 

Dios te bendiga 

Con cariño Cecy Reséndiz​


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